La saya de Malegría
Los dueños del boliche tuvieron un tink’azo. El jueves había que servir una dosis de canto y baile afrobolivianos. Los muebles del pub, discoteca, pizzería y restaurante, hechos para soportar a un elefante, responden bien el entusiasmo que provoca el ritmo casi tribal. Lauro Ocampo, dueño junto a Eduardo Pando de Malegría, buscaba abrir algo…