Los SORDOCIEGOS o la batalla por la existencia
Julio usa las cadera para apoyarse de asiento en asiento, mientras el colectivo avanza y él vende su mercancía en una caja que le cuelga delante del pecho. Con un brazo, que termina en un muñón después del codo, fija la caja y en esa axila oprime su bastón. Con la otra mano entrega los…