Fotografía de Cecilia Lanza Lobo
Mamá vive entre Ecuador y Bolivia: Gloria, la trotamundos. A veces se va a visitar lo desconocido y vuelve para la hora del café. Y la extraño cuando se va. En fin, alabado sea el WhatsApp que nos tiene siempre comunicadas, aunque sea para un mensaje de los buenos días o un emoticón de corazoncito.
Cada 15 de enero estoy muy pendiente de ella. Marca un año más de su renacimiento, de cuando el azar estuvo de su parte. De haber vivido y sobrevivido.
Y cada 15 de enero la llamo. La escucho lagrimear y respirar hondo. Ella enfrenta los recuerdos macabros con aire puro y, simplemente, haciendo todo lo que hay que hacer. Nunca en mi vida la he visto paralizarse, ni siquiera en los momentos más duros, como la muerte de su madre y de su hermano. Aunque yo no estuve allí presente ese enero, sí estuve para vivir la sombra de la masacre. Está allí, encima de ella. Le dio forma a su vida, pero mamá se enfoca en continuar la tarea que se empezó en 1981: no se deja oscurecer.
“No hay peor gestión que la no se hace”, me dice ella, por lo menos una vez por semana. Y ese refrán –que decía también mi abuela y la abuela de mi abuela– es la forma de vida de mi mamá. Hacer, seguir haciendo, pensar antes de hacer, tal vez pensar mientras haces, dejar todo hecho. Haz, hijita, puedes hacer mañana, pero haz. Hiciste, es lo importante. Hizo más de lo que pudo.
Ocho hombres murieron un 15 de enero, pero mamá está aquí charlando conmigo, tomando un café. Nos reímos de estupideces y hablamos de temas serios, a veces ambos en una sola oración. Mamá está aquí, sus insoportables ganas de vivir y seguir viviendo transforman todo lo que piensa y siente en acciones. Por el país, por su familia, por ella misma. Es una trotamundos de las conciencias, una viajera de la convicción. Ella es la resistencia.
El mundo no será de los corruptos, ni de los violentos, me enseñó mi mamá. El mundo es nuestro y lo hacemos girar, poco a poco, acción por acción. La sobreviviente, la que vive y la que la sigue peleando. Esa es mi mamá, la Gloria.
Me saqué la lotería.
Gloria Ardaya Salinas, socióloga, nació en Santa Cruz en 1951.