El turismo puede vivir de la fe. Lo saben en Cieza, que desde hace más de 450 años recrea Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús poniendo tecnología moderna al servicio de la tradición. Este Martes Santo, por ejemplo, se estrenará música propia compuesta por Roque Baños, un ganador de Goyas.
En un mundo que podría parecer menos católico, a veces incluso rabiosamente ateo, existe también y todavía la Cofradía, una institución que halla en Cieza, España, la fe lo suficientemente arraigada como para permitirle el augurio de una larga vida.
La Semana Santa es el tiempo para expresar esa fe con tal fuerza que la aspiración es lograr que el mundo se entere y asuma los actos que se despliegan durante días como parte de su deseo de viajar.
Este martes 12, el rito del Prendimiento que hace referencia al arresto de Jesús será el momento de estreno de una banda sonora propia y de alto vuelo. Roque Baños, compositor que ha ganado tres premios Goya y diez nominaciones, se ha puesto a trabajar para darle ambiente a la recreación de la Pasión, Muerte y Resurrección del hijo del hombre.
Así lo explica desde tierras ciezanas Ángel Fco. Penalva Belmonte, vocal de la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza -son casi una veintena- que ha trabajado intensamente para contactar con medios de distintos puntos del planeta, con tal de contarle a quien desee oírlo que tienen algo único y espectacular.
Música al servicio de la fe
El mundo Cofrade “es capaz de mostrar otra evangelización con las procesiones”, dice Penalva. Y por eso, luego de dos años en los que la fiesta católica tuvo que suspenderse debido a la pandemia del Covid 19, la ciudad se empeñó en volver a lo grande con lo que es suyo desde hace más de 450 años.
El retorno debía ser sonado. En coordinación con el Ayuntamiento, se optó por dejar de lado las grabaciones de música sacra que por décadas matizaron los rituales, para lograr que la Banda Municipal de Música interprete en directo los aires creados por Roque Baños.
Al compositor se debe la música de audiovisuales como Veneciafrenia y 30 monedas, ambas dirigidas por Álex de la Iglesia, y La Fortuna, de Alejandro Amenábar. El compositor, explica el boletín de los cofrades, “se ha caracterizado siempre por conseguir que su música module las emociones en la narración de una gran historia, buscando no sólo definir el marco en el que se desarrolla el relato, sino de texturizar el entramado psicológico y anímico de los personajes”. De esta forma, lograría “enredar al espectador para hacerlo partícipe, a todos los niveles, de los acontecimientos y de sus múltiples implicaciones”.
Baños estuvo en el Martes Santo de Cieza en 2019. El encargo que recibió no le iba a ser difícil, por tanto, y en el resultado “ha ido mucho más allá del habitual lenguaje de la marcha procesional -que bien conoce desde niño y que va apareciendo puntualmente en la obra- para dotar de una enorme profundidad y carga dramática al relato ciezano de aquella noche crucial del apresamiento de Cristo”.
Con ese propósito, “ha unido a su genialidad creadora, y a su instinto como contador de historias, el despliegue de los recursos armónicos, técnicos y expresivos que caracterizan la música cinematográfica del siglo XXI”.
“A quién buscáis”
Durante la Semana Santa, la ciudad de 35.301 habitantes recibe a turistas atraídos por los vistosos rituales. De hecho, Murcia ha declarado esta fiesta como de Interés Turístico Nacional. El acto principal es, precisamente, el del Prendimiento de Martes Santo, en el que desfilan los Armaos, personajes vestidos como los antiguos soldados romanos.
“A quién buscáis”, dice y repite cualquier ciezano. Y con esa fórmula de invitación, se dirige inmediatamente a la Plaza Mayor para asistir, cuando anochece, al Auto del Prendimiento. La representación que cuenta los sucesos de aquella última noche de Jesús de Nazaret combina recursos clásicos del teatro con medios tecnológicos de última generación. Se resaltan de esa forma los pasos procesionales de la Santa Cena, la Oración en el Huerto y el Beso de Judas.
El momento culminante llega con la espectacular irrupción en la plaza del Tercio Romano. Hombres con antorchas y tambores van en busca de su víctima. A la pregunta de “A quién buscáis” responden “A Jesús, el Nazareno” y entonces se abren las puertas del templo y se descubre allí mismo, en el umbral, la imagen maniatada de Jesús. La esencia de ese momento en el que los Armaos prenden al Nazareno -una imagen escultórica- y se lo llevan a paso veloz ha permanecido inalterada a lo largo de las décadas y los siglos, explican los cofrades, pero los recursos comunicativos y estéticos se han ido renovando para mantener su impacto en el espectador.
Otras de las procesiones son las de Viernes Santo, del Descenso de Cristo a los infiernos y la Cortesía. Esta última tiene lugar el Domingo de Resurrección, con bandas de cornetas y tambores y con los cofrades ataviados de distintos colores, con estandartes y faroles en las manos.
Si hasta dan ganas de volar hoy mismo a tierras murcianas para atestiguar lo anunciado.