Prepárense, porque en este texto aprenderán jerga K-pop de la mano de una fanática adoratriz del grupo koreano BTS. Una ARMY boliviana en toda regla, empeñada en cantar en coreano como manda el ritual. Porque sus idols le dicen: “No somos siete sin ti”.
“Una vez superada la barrera de los subtítulos, descubrirán películas maravillosas”
Bong Joon-ho (Director de Parasite)
Ilustración de Joel Villarrubia
Hoy me divertí mucho al ver un meme que alude a la pésima pronunciación del hangul al interpretar las canciones de BTS. En el contenido se invoca a ciertos espíritus perniciosos cuyos nombres son ininteligibles, a menos que seas boliviana y estés intentando cantar en coreano. Parece que el dueño del meme es mi vecino, harto de escuchar mi voz desafinada a toda hora. Conocer nuestra lengua y sus complejas leyes gramaticales de la mano de la RAE, de hecho ya es un reto aún sin terminar, lo confieso.
Imagínense apropiarse del coreano y su modelo SOV (Sujeto-Objeto-Verbo). Además de constituirse en un verdadero reto que podría exprimir cada segundo de tu vida, es una provocación para formular algunas preguntas urgentes: ¿Desde cuándo empecé a cantar en coreano? Desearía que haya un acercamiento logrando un primer primerísimo plano donde se note la intriga en mis gestos —junto a la sonrisa más sincera y gozosa del universo—. ¿Desde cuándo el K-Pop (pop coreano) está sonando en Bolivia creando una afinidad por su lengua? Si bien en Bolivia ya son conocidos los emos y otakus, ARMY es el nombre que BTS le dio a su fandom. En inglés significa armada y hay que tomar en cuenta que es el fandom más grande de K-pop a nivel mundial. Pero además, ARMY (que en español significa: fans adorables de los raperos de más alto nivel de la juventud) es una armada leal e incansable que protege a sus idols. Así comienza la historia, no de una, sino de miles de millones de niños, niñas, señoritas, jóvenes y adultos de ambos sexos que forman parte de ARMY.
En inglés significa armada y hay que tomar en cuenta que es el fandom más grande de K-pop a nivel mundial.
Cuando inicié como ARMY no podía reconocer a los idols (artista musical surcoreano firmado bajo una agencia de entretenimiento), confundía a los siete por ser muy parecidos en su fisonomía sin imperfecciones y su complexión en armonía con la estética occidental.
Hoy me avergüenza no haber reconocido a Suga como Min Yoon Gi, a V como Kim Taehyung. Realmente demoré mucho en pronunciar bien el nombre de Jeon Jungkook que también llegué a confundir con Park Jimin. Me quedé embelesada frente a Kim Nam-Joon por ser cruelmente atractivo y dolosamente intelectual. Cuando vi a Kim Seokjin supe que el maquillaje no es para cubrir imperfecciones, sino para resaltar aún más su belleza. También descubrí que toda la vida nos engañaron, pues el astro rey no tiene nada de sol ya que el sol que ilumina cada día es Jung Hoseok. A veces pienso que mi vida sería otra de haberlos conocido antes.
Los BTS debutaron en 2013 y yo los conocí recién en 2018. Sí, me arrepiento en el alma no haberlos apoyado y me infligiría algún castigo sin compasión, pero mis idols no me lo permitirían. Perdí cinco años valiosos. Durante ese tiempo no pude aportar en los streams, no los seguí en los runs transmitidos en APPs coreanas. Pero lo más pesaroso es no haber sido hace cinco años la que soy ahora.
Recuerdo que cuando empecé a buscar sus videos subtitulados en español empecé a conocer los Run-BTS transmitidos por V-Live donde los idols practicaban diversas actividades al aire libre y estudio, cumpliendo desafíos, juegos y más. Ahí empecé a ver a esas deidades en su vida natural, lejos del maquillaje profesional y los diseños que imponen moda en cada performance. Fue ahí cuando empecé a ver en Tik Tok videos de latinas afirmando que se enamoraron de los BTS por su versión natural y no por la versión apolínea detrás de la pantalla. Recuerdo con ternura que Park Jimin, en una grabación en vivo de Kim Nam-Joon, se tapaba la cara con vergüenza por no estar maquillado y RM diciéndole que era hermoso sin maquillaje, hasta que Jimin bajó ambas manos de la cara dejando ver su sonrisa con los ojos casi cerrados y saludó a las millones de fans que seguíamos la transmisión con el palpitar acelerado.
Fue ahí cuando empecé a ver en Tik Tok videos de latinas afirmando que se enamoraron de los BTS por su versión natural y no por la versión apolínea detrás de la pantalla.
Cómo no recordar el gran revuelo con Hyundai Group Motor en 2019, que atravesó uno de sus más sentidos aprietos. El modelo Génesis GV80 que tenía un pago inicial de más de 60.000 $, durante una filmación con BTS fue del gusto de Jeon JungKook que al terminar la filmación decidió comprarlo. La compañía no tuvo más opción que hacer esperar a sus clientes entre seis y diez meses para entregarles su pedido frente a las 30.000 unidades solicitadas. Este fenómeno también sucedió con una chaqueta Prada de 2.800 $, un bomber Gucci de 6.250 $ y hasta con un suavizante de ropa que, a sabiendas de que era usado por Kookie, las ARMY agotaron en todo Corea, siendo el producto más buscado en Naver (principal navegador coreano). Y es que todo artículo que use un idol BTS, es un artículo agotado en el mercado. Hay muchos que preguntan si para ser fan de BTS hay que ser millonario. Daremos contexto a la respuesta: es de conocimiento público que Anonymous es parte de ARMY y este fandom es capaz de colapsar cualquier cuenta porque solo los servidores de Big Hit Labels tienen soporte para los millones de fans que hacen Comeback Stage o MV. Este cuantioso dato responde la pregunta.
Los BTS están reconstruyendo a la juventud utilizando el lenguaje. Las letras de sus canciones crean una atmósfera de intimidad donde se da nombre a lo que me viene pasando, lo que estamos viviendo; eso que es incomprendido. La experiencia no solo de jóvenes de colegio se ha transformado en canciones y esas canciones están sucediendo, están afectando a todos los que somos fans de BTS. Los jóvenes son carentes de experiencias y son un cúmulo de emociones. Las canciones de estos idols hacen que aprendamos a sentir, pensar e imaginar nuestro mundo desde nuestras emociones sin tinte alguno de maldad. Siempre encontrarás compañía al escucharlos, un buen consejo quizá, una verdad nunca dicha, una complicidad a ser guardada, e incluso un regaño si no haces tus tareas y estás viendo sus videos en YouTube.
No, no se tienen referencias acerca de tantos millonarios en el mundo. Por lo tanto, el dinero no es algo que deba preocupar a postulantes ARMY. Ni la belleza, ni el dinero son lo atrayente de BTS. Aunque es innegable que son la encarnación misma de la belleza luciendo outfits que alcanzan precios inimaginables. Entonces, ¿por qué hay tantas ARMYS? ¿Por qué soy ARMY?
¿Y qué dicen sus canciones? Para que tengas una idea, te las canto a viva voz (quizá invocando demonios nórdicos al pronunciar de tan mal modo el hangul): “Pueden hablar todo lo que quieran, no pueden evitar que me ame a mí mismo”. “Eres lo mejor para mí tal como eres, mereces ser amada”. “Ahora deja de buscarnos y ve a estudiar para los exámenes, ya tienes muchas fotos mías en tu habitación. No te sientas regañada, vine a salvarte”. “Soy yo a quien debo amar, no soy perfecto, pero soy hermoso como soy”, “no intentes desaparecer, ¿te quedarías a mi lado?, ¿me lo prometes?, ¿te olvidarás de mí? Tengo miedo”, solo por citar algunas líneas.
BTS ha posibilitado, no solo a adolescentes coreanos, crecer y confiar en sí mismos, aceptarse y sanar. En Corea, más de dos millones de personas sufren de depresión cada año y el suicidio es la principal causa de muerte entre los adolescentes y jóvenes. El posicionamiento prolongado y continuo en los primeros lugares de las multiplataformas de reproducción música ha cambiado esos números. Los suicidios comenzaron a bajar su índice conjuntamente la tasa de depresión. El haber superado las barreras de los subtítulos nos abre esa nueva puerta. Bolivianas cantando y amándose a sí mismas, lo mismo que ARMY boys que invierten el tiempo en curarse escuchando y bailando como nuestros idols BTS.
En Corea, más de dos millones de personas sufren de depresión cada año y el suicidio es la principal causa de muerte entre los adolescentes y jóvenes.
Ser ARMY para mí es haber alcanzado ser y estar conmigo misma desde siete voces que me convocan. Es muy limitante ser sólo lo que vives. Las canciones de BTS me seducen, me suceden y nuestro lenguaje se aleja de los modelos novelescos de amor que tanto daño nos hacen. Las experiencias de mis idols presentes en el lenguaje son lo que desentierra todas mis cualidades, las que todos ignoran y ese ir tan lejos de mí me hace llegar donde estoy. Soy ARMY. Mi vida era dolorosa. Pero ellos me eligieron para llevarme lejos, me alejaron del dolor convirtiéndome en la maravillosa versión que ellos ven en mí, y descubrirme me hace ser parte de ellos, como siempre me cantan: “No somos siete sin ti”.