Fotografía de Misael Miranda
Con el humor afilado como un bisturí y la capacidad de arrancar carcajadas incluso a una piedra, Javicho Soria (Javier Soria Salcedo) se ha convertido en el arquitecto del stand-up boliviano. Con estos conceptos suyos nos sumergimos en el mundo de un comediante que no solo domina el escenario, sino que también sabe desarmar al público con su inteligencia y autenticidad. Es un vampiro, porque chupa energía cuando el público se carcajea y porque es un gran sobreviviente digno de aplaudir… siempre.
Argentina.- Mi segundo hogar, mi tierra salvadora que me arrendó unos órganos nuevos.
Bolita.- Mala manera de decirle a un compatriota, pero buen nombre de banda de rock.
Crítica.- Lo que hago todos los días con la gente. “Juzgamos, pero no escuchamos”.
Diabetes.- La mala mano que me tocó en el juego de póker de la vida. Pero con una mala mano también se puede ganar.
Educación (sexual).- Que no te pase lo que a Franco de Vita con tus hijos: “que cuando quiso hablarte de sexo, se te subieron los colores al rostro… y te fuiste”. O sea… es importante.
Fuego.- Primer gran descubrimiento científico de la humanidad.
Guion.- Lo que no me dieron para vivir mi vida, por eso ando improvisándolo todo. Moraleja: es bueno tener un guion para tus proyectos artísticos.
Humor.- Mi lenguaje del amor.
Políticamente (in)correcto.- Varía de generación en generación, la línea de lo políticamente incorrecto se mueve constantemente, corresponde al comediante moverse en esa delgada línea y hacer equilibrio ahí sin dejarse caer.
Jailón.- Un sentimiento, una forma de ser, una filosofía de vida… de la cual trato de alejarme todos los días.
Katari (Tupac).- ¿Acaso Tupac Katari escribía para la revista Rascacielos?
Luis (Caballero).- Hermano, milagro de la naturaleza, compañero que recuerdo con nostalgia y una sonrisa siempre (no se murió solo que ya no nos vemos tanto).
Llunku.- Adjetivo, perteneciente o relativo del verbo llunkear. Dícese de persona que llunkea.
Monólogo.- Lo que hago para ganarme el pan y pagar las facturas. Un constante soliloquio de incoherencias que pretenden ser chistosas para el deleite de quienes estén dispuestos a escuchar. También puede ser mi manera de llamar la atención.
Niñez.- Mi mayor privilegio es haber tenido una niñez hermosa, con una familia amorosa y dos padres espectaculares.
Ñoquis.- En Argentina precisamente a los “llunkus” se les dice “ñoquis”, mira vos lo que nos une como latinoamericanos.
Osorio (Pablo).- Admirado hermano de la comedia, socio y amigo. Me supera con creces en la creatividad, pero yo lo supero en quién aguanta más tiempo bajo el agua.
Políticos.- Fuente de trabajo, mis mejores proveedores de chistes, la razón de mi éxito, no se mueran nunca y no dejen de hacer macanas por favor.
Queso.- No se puede vivir sin él, si me enfermo y me prohíben el queso… preferiría irme de este mundo dando un buen masco.
Rutina.- Soy muy de estar solo en casa y cumplir mi rutina día a día, hasta que me la interrumpe algún viaje, alguna llamada o alguna visita de la policía.
Sobrevivir.- Lo que cada tanto me toca hacer porque mi salud es más frágil que orgullo orureño.
Teatro.- Lo que me gustó siempre hacer, desde la primera obra de teatro que hice en primero básico, llamada: “Se mató un tomate” (no es chiste, búsquenla, existe la obra).
Utopía.- En la vida me gustaría vivir una, en las películas prefiero las distopías, en el humor sería el chiste perfecto que me lleve a reconocimiento mundial, en la familia estuve cerca en mi infancia.
Vampiros.- Hermosas criaturas que tantos éxitos me dieron. Mi primera incursión seria en la comedia cuando hicimos la obra La saga de los vampiros, con Luis Caballero, obra que no morirá como no morirán sus autores y sus personajes.
Generación X.- O como a mí me gusta llamarnos: “Generación sándwich” entre lo viejo y lo ultramoderno. Sí soy.
Yuca.- Mucho mejor guarnición que la papa y estoy dispuesto a pelearme a puñetes defendiendo esta postura.
Javicho Soria (La Paz, 1980), comediante.