Fotografía de Cecilia Fernández
Si me preguntaran por Ejti, lo primero que diría es: ¿cuál de ellas? Porque es muchas en una sola persona. Pintora, ceramista, diseñadora de vestuarios, ilustradora de libros, promotora cultural, hija, madre, esposa y compañera de vida.
Su arte es responsable, libre y profundamente humano. Abarca todos los temas, todo lo que observa y siente. En sus cuadros hay humor, color, crítica y ternura, casi como un periodismo visual que no necesita palabras.
Es eslovena, pero también boliviana desde hace 42 años. Más camba que cualquiera. Conoce, como pocos, los pueblos, las culturas y la naturaleza de este país que ha recorrido incansablemente, siempre con una mirada sensible, inquieta y curiosa.
Se debe a la gente en todo sentido, por eso es cofundadora y directora de Manzana 1, un espacio cultural independiente que funciona desde hace 20 años y se ha convertido en un verdadero referente.
Ejti es también una excelente viajera: organizada, alegre y nunca se queja en las aventuras que compartimos.
Pero sobre todo, es una madre, hija, esposa y compañera cariñosa y admirable.
Vivir con ella ha sido lo mejor que pudo haberme pasado.

Ejti Stih es pintora, nacida en Eslovenia, de corazón boliviano. Radica en Santa Cruz de la Sierra.