Baila y gestiona espectáculos gigantes de danza folklórica; es muy probable que su compañía Bafopaz (Ballet Folklórico de La Paz) haya llenado como nunca los teatros nacionales, incluido el monumental Teatro al Aire Libre de La Paz. Su batuta es un pañuelo y, junto a su compañera, la directora artística Ana Ariscurinaga, ha llevado al país por lugares impensables. Sabemos que ama la cueca con el alma. Hoy, agotado pero feliz luego de su más reciente espectáculo, nos abre el diccionario de cómo define su vida y su arte.
ANA.- El nombre de mi compañera y cómplice de vida, el nombre de mi más grande amor, de la mujer con la que lucho día a día para intentar ser mejor.
BAFOPAZ.- Mi hijo mayor, al que vimos crecer desde cero y que ahora cumple 16 años fortalecido y con mucho futuro.
CUECA.- Mucho más que un ritmo que es parte de mi vida, ritmo con el que me enamoré, me casé y que bailo aun junto a mi esposa, difícilmente con otra persona, pues pienso que para que una cueca sea auténtica debe ser bailada con la persona que amas.
CHOLA.- Mezcla de herencia española e indígena, símbolo de identidad, vestimenta tradicional que ha permitido que Bafopaz proponga diversas formas y colores con los parámetros culturales de la chola boliviana.
DANZA.- La danza me salvó la vida, me sacó de ser nadie y me puso en un lugar privilegiado de respeto y dignidad; la danza me dio viajes por el mundo, me dio mi trabajo, me dio mi familia, me dio escenarios, estudiantes y muchos aplausos de públicos diversos.
ENSEÑAR.– Soy de esos que enseña desde las vísceras de la experiencia, con el apasionamiento de la vida y desde la luz que me provoca el escenario; intento que la danza mueva las vidas de mis estudiantes y trascienda el escenario para mejorar sus realidades.
FOLKLORE.- Una de las mayores riquezas que tiene Bolivia. En ningún momento percibo que este término sea peyorativo o discriminador, pues existe ahora una corriente motivada por complejos artísticos que intenta desmerecer el aporte de lo folklórico a nuestra sociedad. Amo el folklore y pienso que el amor es dar para recibir: doy mucho tiempo, trabajo, esfuerzo desmedido que hasta ahora me ha sido correspondido.
GIRO.- Un elemento coreográfico muy útil, sólo eso.
HOGAR.- El lugar que acoge al pilar fundamental de la sociedad, la familia.
INTERNACIONAL.- Es lindo actuar y bailar de local, con y para tu gente, pero es lindo también encontrar públicos que descubren tu país y tu cultura mediante la danza y música que Bafopaz exporta y que atrae a miles de personas que aplauden de pie nuestro trabajo.
JUGAR.- Es la manera más seria de vivir. Cuando un artista puede jugar en escenario, es porque ha trabajado mucho sus movimientos, emociones, tiempos y ritmos; ahí, y sólo ahí, su permanencia en el escenario se convierte en un juego responsable con el público, que hace que este artista disfrute cada segundo sobre tablas.
KULLAWADA.- Una de las danzas más fáciles y alegres del folklore boliviano.
LLUVIA.- Antes la amaba, ahora le temo, pues veo año tras año cómo algunas zonas de nuestra La Paz sufren deslizamientos a causa de las lluvias.
MATILDE (CASAZOLA).- Amiga querida y admirada, ejemplo de que el talento tiene varias caras y el trabajo es muy importante cuando el talento está presente; una de las fuentes de inspiración más importantes de Bafopaz.
NEMESIO (JALDÍN).- Mi personaje más entrañable, quizás uno de los más queridos por el público. Lleva el nombre de mi abuelo y el apellido de mi abuela, ambos paternos; mi vena de artista viene de ese lado y mi vena empresarial y organizativa, de mi lado materno.
ORDEN.- Imprescindible para avanzar, cada año que pasa el orden me gusta y lo disfruto más, por el contrario el desorden me enoja, creo que a medida que pasa el tiempo me voy volviendo más chocho en ese tema.
PAÑUELO.- El elemento más importante de la cueca, el que le da identidad a esta danza, el que da misticismo a mi vida.
QUIMBA.- La parte más tierna de la cueca, cuando generalmente me arrodillo frente a mi esposa para verla desde abajo y apreciar su belleza mientras ella gira a mi alrededor. Si bien alguna vez tuve que bailar cueca con otra bailarina, en la quimba solo me arrodillo frente a mi esposa.
RODILLA.- Generalmente es algo de lo que adolece la mayoría de los bailarines maduros. Debo decir que tengo dos rodillas fuertes y duras, que hasta el día de hoy no me dieron problemas, pese a mis intensos zapateos.
SALTAR.- Otro elemento o recurso coreográfico, no significa nada especial.
TEATRO (MUNICIPAL).- Mi rincón favorito del mundo; el año 1999, cuando ingresé por primera vez a bailar a este escenario, con 23 años de edad, recuerdo que le di un beso a sus paredes como símbolo de respeto y agradecimiento; otros 23 años después puedo decir que construí una relación cercana con cada uno de sus rincones.
UYUNI.- El pueblo donde nací y viví los momentos más plenos de mi infancia, el lugar de mis abuelos y mi padre, el lugar donde empezaron mis sueños de artista, donde hice mis primeras presentaciones escénicas sin saber que ése sería el destino de mi vida.
VIAJAR.- Renovarse, descubrir.
WILLY (CLAURE).- Un gran amigo al cual admiro y respeto mucho por su aporte a la cueca boliviana, en tanto compositor y gestor cultural.
ÉXITO.- Puedo resumir el éxito en dos palabras: MI FAMILIA.
PAYASO.- Un reto personal para eliminar autocensuras; fue muy difícil despojarme de mis poses de director de uno de los grupos de danza más grandes y respetados de Bolivia y jugar con el ridículo, con la seriedad del humor; fue un reto que enriqueció mucho mi camino en el arte escénico y me hizo más dúctil y creativo. Pronto volveré con otra obra de payaso.
ZAPATO.- La base de cualquier bailarín de cueca; para bailar bien una cueca es necesario dominar desde la punta del pañuelo hasta la punta del zapato: el taconeo es sinónimo de destreza y habilidad.
Víctor Hugo Salinas Pereira es coreógrafo y bailarín de folklore, director de la compañía Bafopaz. Nació en Uyuni (Potosí) el 8 de diciembre de 1976.