Qué es una dama. Alguien capaz de mantener la serenidad ante cualquier situación. Alguien que no es solamente mujer, también podría ser hombre si se contagia de esa cualidad. Por eso se dice que “ese señor es una dama”. Bueno, yo parafraseo y afirmo: “ese señor es una Morayma”.
Morita se desvestía para que nos echemos a dormir en la misma habitación que compartimos durante uno de los encuentros teatrales del Festival Peter Travesí, cuando entró de improviso y sin tocar la puerta un actor con poco de dama. Como si nada pasara, ella se colocó sin prisa la falda y siguió la conversación.
Morita se cayó desde un segundo piso y se quebró el antebrazo. Volvió a caerse desde un escenario mal dispuesto, durante una función de títeres –sus títeres— y quiso que el espectáculo siguiera, que su brazo dañado no era nada. Era mucho, pues sus preciosas manos armaban y vestían esos muñecos que luego también manipulaba.
La artritis vino entonces y ella comprendió que no iba a seguir. Y un día de 2013, al final de una función en el Teatro de Cámara, anunció su retiro tras 55 años de labor artística e hizo la venia de la bailarina que había sido durante su juventud: sin drama, aunque el público, poquito, cercano a ella, lloró como se lloran las grandes pérdidas.
Morita vive en su cuerpo que le niega la movilidad de aquella actriz que el poeta tarijeño Óscar Alfaro –amigo y vecino en La Paz– comparó con el de una felina. No se queja demasiado, aunque duele, porque su fe en Dios le da las alas que necesita.
Morita es amiga. Es hermana. Es madre. Es tía. Es maestra. Perdona las infidelidades, la traición, con la naturalidad de quien comprende que la vida es hermosa y que no vale la pena atarse a rencores. No por nada es la mujer que vuela y que podrá quebrarse el cuerpo, pero jamás el alma.
Morayma Ibáñez, actriz, vestuarista, escenógrafa, bailarina nacida en La Paz en 1937.
Morayma la bella, la artista, bailarina, polifacetica. Eres una de las luces más brillantes que ilumina nuestra bella ciudad. Quisiéramos verte, mostrarte nuestro cariño. Un abrazo con amor.