Hay que ir al cine, sobre todo ahora que está en pantalla la película boliviana Pseudo. Es la única forma de disfrutarla, de imaginarse otras historias, de reconocer a actores y actrices con los que seguramente nos cruzamos en las calles. Es, pues, nuestro cine.
Siempre sueño con que el primer capítulo de Catre de fierro (de la gran Spedding, sí Alison Spedding) sea adaptado al cine. Cada segundo, y con cada una de sus películas, Gory Patiño se está acercando, creo yo, a ser el director ideal de semejante cosa. Sencillamente porque tiene el ojo autorizado para agarrarnos, meternos al auto, pildorearnos, hacernos corretear, volvernos “sullu” y narrar una historia paceña extrema. Hoy en día es el indicado. Está hecho para eso desde La pecera, ese corto loco que hizo en la universidad, pasando por Muralla y La entrega. Es el cineasta boliviano qué más atención le da al género policial y a nuestros sentires chukutas.
Gory Patiño tiene el ojo autorizado para agarrarnos, meternos al auto, pildorearnos, hacernos corretear, volvernos “sullu” y narrar una historia paceña extrema.
Ese su gran proceder se ha vuelto a repetir con Pseudo (G. Patiño y Luis Reneo) película cuyo personaje principal, un taxista, me hizo recuerdo a las formas amables de muchos hombres que aman meterse en líos. Así nomás parece ser. Aman meterse en problemas por plata, robo de identidades, conspiraciones, intrigas, traiciones y planes que salen mal. Y, sin duda, Gory Patiño nos describe el infierno de algunos hombres tal como lo hacen cineastas que se zambullen en las cloacas del mundo policial.
Y qué mayor infierno que el mundo de los taxistas y más aún el de un radiotaxista largado, k’encha y expuesto a una serie de conflictos que van sucediendo durante toda la película. Cristian Mercado es el hombre que encarna a este personaje de principio a fin graficando a un hombre mañudo, inseguro, maleante, tramposo, pero a la vez tierno. Lo hace tan bien que se convierte en “su” película más importante.
Igualmente hay que resaltar las alianzas, las relaciones intensas, el cuarteto, los amigos artistas que se unen para hacer arte en este país. Estoy hablando de la alineación artística de MACONDO ART donde juegan el mismo Gory Patiño, Leonel Fransezze (productor de la película y actor), Cristian Mercado (personaje principal), Luigi Antezana (secundario) y Claudia Gaensel (productora todo terreno). Se agradece por haber logrado ese grupo sólido que no sólo ha estado dedicándose al cine, sino también a la televisión y al teatro, dándonos así la certeza de un buen producto al momento de consumirlos en cualquiera de estos formatos.
Detalles que destacar: qué grande que es Milton Cortez; qué hermoso regreso el de Jorge Ortiz; gran presencia la de Carla Arana.
Los choferes deberían tener su spin-off, sin duda. Es tiempo, digo yo, de que Pedro Grossman, Raúl Beltrán, Kike Gorena y Mauricio Toledo sean protagonistas en el cine boliviano. Están en su punto. Se merecen personajes centrales.
Excelente experiencia en el cine la que permite Pseudo. Fui a las 21.45 y éramos como 15 mortales. Gente ¡hay que ir al cine! Hay que ver La Paz desde las alturas de Gory Patiño.