Lucía Camerati
Últimamente lo hemos visto muy afanado y es que es el nuevo responsable (director) de la organización del Festival Internacional de Teatro en La Paz FITAZ. Pero, para quienes han seguido su trayectoria, es sabido que Bernardo es psicólogo y que estudió Antropología, que es actor de teatro y de cine. Es gestor cultural. Lanza llamas, se sube a los zancos como si nada, es parte del Teatro Grito hace más de 20 años y maneja, con sus colegas, Casa Grito. Un día tiene el pelo largo y barba y al otro día aparece, como si nada, sin barba y con el pelo corto, casi un ejecutivo. Se deja seducir por la obsesión y ha caído rendido ante las tablas. Aquí su diccionario.
AMOR.- Más que una palabra, algo que llena la vida, que impulsa el día a día, que está como palabra recurrente e imprescindible en el teatro. En el Teatro Grito tenemos una frase que la repetimos hace muchos años (desde 1998) y que concluye con: “Y que el amor nos guíe”.
El amor tiene que ser la guía de nuestros pasos, no tiene que ser una palabra vacía o un simple dogma. El amor es acción, no es luz y cámara, es hacer y también decir, pero sobre todo hacer.
Hoy en día parece difícil que esta palabra pueda regir nuestros pasos, pero soy un convencido de que es la única manera. Talvez suene muy hippie de mi parte, pero así nomás es, así nomás soy.
BARBA (EUGENIO).- Una bendición para el FITAZ 2022, una visita desinteresada y solidaria que, junto a la de Julia Varley, permite dar el realce que el Festival necesitaba para su nueva etapa pospandémica.
CARMEN (con K también).- Un nombre muy importante en mi vida, en tres dimensiones: primero, mi pareja y compañera de vida, lucha y camino, la Carmencita es una genia, es mi mejor consejera, la que aguanta todas mis miserias, vuelve arte y estético todo lo que hace, es 120% honestidad y 180% valentía; segundo, es un nombre que acompaña a mi familia inmediata y que es un ejemplo de sostener un hogar sin mucha ayuda (de los hombres). Finalmente, es un nombre que acompaña mi trabajo actoral y que cambiando la C por K me ha dado mucho en el cine y en el teatro. Lindo nombre Carmen, invoca mucha fuerza.
CHIPANA (FREDDY).- ¡El maestro Chipana! Un compañero esencial del teatro de grupo, del trabajo constante y con quien tuve la suerte de trabajar en una obra que me ha dado muchas alegrías, más de las que esperaba, buscaba o pensaba. He aprendido mucho del Freddy, tiene mucho que dar y creo que no tiene la palabra descanso en su abecedario.
DENISSE (ARANCIBIA).- La misma sangre que corre por las venas, la misma locura de hacer arte en Bolivia, pero ella de manera más valiente porque es mujer y hay más piedras en su camino. Si bien es menor, la tomo de ejemplo para muchas cosas en mi vida. Es una guerrera de mayor fuerza y poder que las de las películas.
ENSAYO.- Lo que vengo haciendo, sin querer queriendo, desde 1992 y ya más decididamente desde 1997. Son horas al día que han sumado décadas de risas, juegos, estrés, trabajo, diversión y cansancio del lindo. En ese trayecto muchas personas, rostros, vidas e historias. Todas las personas deberíamos permitirnos ensayar, porque cuando uno ensaya, puede equivocarse, puede probar cosas nuevas, puede jugar e imaginar, uno se da cuenta de que no todo es tan en serio en la vida, que no es personal. El ensayo libera y enriquece el proceso de las cosas. Hay que valorar el proceso más que el resultado en la vida… Porque el verdadero éxito está ahí.
FITAZ.- El nuevo proyecto que ha copado mi tiempo, energía y atención… Ya vino muy crecido y por lo tanto hay que estar a la altura, gran responsabilidad. En el momento que escribo estas líneas, esa palabra me llena de esperanza, de que es posible, de que hay mucha gente al lado y atrás sosteniendo este proyecto. No es fácil ni simple, pero sé que valen la pena las pocas horas de sueño y los muchos mails, las múltiples tablas Excel y archivos de Photoshop, las obras de teatro, de artistas que le ponen alma, vida y corazón a esta decisión de vida y que ahora estarán juntos compartiendo, actuando. Mi kusillo interno está bailando, está de fiesta.
GRITO.- Mi trinchera, mi cúmulo de emociones favorita, mi proyecto de trabajo-vida. MI vida no sería la misma sin las personas que han transitado, están y pasarán por aquí. Con el Grito he podido conocerme a mí mismo, superar mis debilidades, encontrar el amor, la amistad duradera. También he logrado conocer mucha gente y lugares inolvidables, vivir historias dentro y fuera de la escena, historias que llenan mi alma y mis recuerdos… Hermosos recuerdos, que finalmente es lo que se va juntando durante el tránsito por esta vida y este mundo. Mientras más recuerdos lindos, mejor.
HUATA.- El paraíso. El lugar para recargar energías, sanar heridas, contemplar el mundo y escuchar tu voz interior y el sonido del agua.
IMPROVISAR.– Es una palabra que tiene mala fama, porque el mundo te hace creer que todo tiene que salir tal y como lo planeaste y eso casi nunca sucede (me atrevería a decir que nunca), así que uno siempre tiene que improvisar. Pero es verdad, es una palabra peligrosa, porque si le das mucho poder en tu vida, te acaba jugando en contra, te quita disciplina y te limita a la mediocridad. Yo la uso en pequeñas dosis cada día, porque es necesaria, porque aunque planifico, organizo, preparo y ensayo, siempre la necesito.
JUEGO (DE MESA).- Me encantan los juegos de mesa, porque estimulan mi cerebro, mis estrategias, mis ganas de saber las reglas para jugar. La vida, el teatro, también tienen reglas para jugar, pero a veces le damos más importancia a las reglas para “ganar” y ahí todo se distorsiona, porque los juegos (como la vida) no deberían tener como objetivo principal ganar o derrotar al otro, porque eso te obliga a hacer trampa, te llena de agresividad o frustración. El objetivo principal de los juegos de mesa es jugar, divertirse, compartir reglas. Tal vez por eso me gusta tanto el teatro, porque son reglas y maneras de jugar sin destruir a tus compañeros/as de juego.
KUSILLO.- Un nuevo compañero de viaje en las tablas teatrales. Espero que me acompañe y me alegre el trayecto, que no me traiga cargas innecesarias y que ría junto a mí, para seguir haciendo locuras.
LES LUTHIERS.- Mi referente de humor, de música y de maneras de ser artistas… Algo que no me canso de escuchar, de ver, de analizar… Solo me dan ganas de escribir onomatopeyas, jajajajajaja.
MIERDA.- Otra palabra mal vista por el mundo y que en las tablas es el llamado a todo lo positivo. Así que me encanta desear y que me la deseen. También la uso mucho en momentos de estrés.
NORMA (MERLO).- Hermosa mujer, tanto dentro como fuera de escena. Bien merecido tiene el nombre del Teatro Municipal de Cámara para esta colega que lo ha dado todo, siempre, y que hizo de Bolivia su hogar, muestra de que las fronteras son un invento que cada vez debería ser menos útil.
MU(Ñ)ECO.- Me evoca pensar en títeres, mis colegas de no carne y hueso, algunos son con hilos, otros se colocan como guantes, los hay de distintos materiales y tamaños. También cuentan historias y en ese momento dejan su rol de objeto.
Los títeres han sido parte de mi carrera, no puedo considerarme un especialista, pero sí he trabajado con ellos y he podido ser testigo de la magia que implica que un objeto cobre vida; de veras es algo mágico y no sólo para las y los niños.
ODÍN (TEATRET).- No lo puedo asociar con su contenido religioso, obviamente se va directo al teatro, es un referente del teatro, de estos nombres que se transforman en leyenda, que dejan legado. Un grupo que ha permitido muchas páginas en la historia del teatro y que sigue aportando a la teatralidad y a la grupalidad. Y últimamente un grupo más cercano a Bolivia.
PATRICIA (GARCÍA).- No recuerdo muy bien cuándo habrá sido la primera vez que nos habremos visto o conocido, pero luego de trabajar en una y otra cosa, finalmente se ha convertido en una aliada, una amiga y colega entrañable. Es una hormiga de gran tamaño que no para nunca, que siempre da el ciento cincuenta por ciento en lo que hace, que no sé de dónde saca tiempo para saber todo lo que sabe, de estar en todo lado y de paso actuar muy bien.
QUEMAR.- Dejar ir, cambiar, reconstruir, también iniciar. Me evoca ritualidad, energía, conexión con energías ancestrales y profundas que no comprendo muy bien pero que percibo que existen y acompañan. Luego de quemar quedan cenizas y de las cenizas surgen muchas cosas. Me encantan esas cenizas, de ahí hay mucho del arte y el teatro.
RICARDO (DARÍN).- Un actor que pone en palabras muchas cosas en las que pienso; no sé cómo es en su vida privada, pero si se acerca a lo que dice, me parece genial. Quisiera tener la oportunidad de algún día saludarlo para constatar, una vez más, que todos somos de carne y hueso, que la humanidad está por sobre la trayectoria. No sé si lo logre, pero si sucede, espero no decepcionarme.
SAN JAVIER.- Uno de los años más hermosos de mi vida, cuando casi nada importaba más que ser feliz y permitir que otras personas sean felices. Lo más cercano a lo que debe ser el reino de Dios. Sinónimo de familia (no consanguínea), de amor y de humildad. Un lugar que me mostró que no se necesita mucho para vivir, reír, ser feliz, que me hizo ver que el tiempo se debe gastar en compartir y no en competir.
TATUAJE.- Es un arte, para nada efímero como el teatro. Un ritual y también una decisión de permanencia. Me gusta mucho verlos, dando personalidad a los cuerpos, permitiendo otras estéticas y haciendo que la creatividad esté más cerca de nuestra piel. Solo tengo uno, pero conozco a muchas personas que van sumando yo creo que soy muy cobarde para animarme a más.
P(Ú)BLICO.- La otra mitad, o tal vez más. Somos mucho más que dos, es donde se completa el círculo de mi quehacer. No lo hago por ellos, pero sin ellos lo que hago no tendría sentido, así que siempre agradeceré que estén ahí. Es la parte que me confronta y también me reconforta. No importa la cantidad sino la calidad, mejor si la sala o plaza se llenan, pero es mucho mejor si se “engancha” al juego que le proponemos. Muchas veces sólo nos comunicamos con las emociones o los aplausos, ahí las palabras sobran.
VITAL (LO MÁS).- No puedo evitar empezar a cantar en mi mente, cantar y pensar que en la vida lo más vital está en los lugares que generalmente no estamos buscando y que nos llega, así milagrosamente, porque esas frases trilladas que a veces odio, como: “todo es por algo”, “así es la vida” o “lo que tenga que ser, será”; pues tienen algo, mucho de cierto, “lo más vital en esta vida lo tendrás, te llegará” y habrá que abrir los sentidos para percibir cuando esto suceda, para que no se pase de largo.
WILDE (MARITZA).- Un ejemplo de gestión. 12 versiones de un festival, para sacarse el sombrero. Ya con uno estoy con las piernas temblando, insomnio y taquicardia. No puedo imaginar eso multiplicado por 12.
A esa letra, nombre, persona, le voy a tener de aquí en adelante mucho agradecimiento por la confianza y los consejos, más allá del futuro del festival, que ha sido el pretexto para aprender de ella y crecer como artista y gestor cultural.
Esta letra me hace sentir como un salto al vacío, impulsado por un trampolín. Ya veremos qué pasa.
TRANSE(X)UALES.- Creo que la última palabra mal vista de este mi abecedario. Soy partidario de la transformación en todos sus sentidos, o al menos en los que no hacen daño a otras personas. Transformarnos, transitar otros cuerpos y humanidades, ser lo que queremos ser desde un llamado interior, eso es libertad, decisión, compromiso.
Desde mi esfera actoral me pude acercar más a estas realidades, cuerpos, historias y me llena de orgullo y agradecimiento.
YOYÓ.- Alguien me regaló un yoyó cuando era niño, y como acostumbro desde esa edad, le puse todo el tiempo a ese nuevo proyecto hasta lograrlo… entonces aprendía a hacer el dormilón, el perrito, el columpio, la estrella (con una mano y con dos), la torre Eiffel, la cascada, la vuelta al mundo… Nunca me salió bien el vueltas y vueltas, no todo es perfecto, como la vida
El yoyó es algo que va y viene, como la vida, como las personas. Algo que está conectado, como la vida, como las personas. Algo circular, como la vida, como las relaciones con las personas. Algo divertido, como debería ser la vida y los momentos con las personas. Algo que te permite jugar, entrenar, crear posibilidades, como el teatro.
ZANCOS.- Mis pies extendidos que me han permitido llegar a lugares que con mis simples zapatos no hubiera podido, que me han permitido ver el mundo desde un punto de vista que no todas las personas tienen la fortuna. Desde esa altura he visto muchos ojos brillando, de niñas y niños sorprendidos. He visto muchos dientes mostrando una sonrisa. A esa altura se han extendido muchas manos para saludar, se han escuchado muchos aplausos de abuelitos y abuelitas que muestran su respeto y alegría de esa manera.
Estos pies también me han enseñado que uno puede caer en cualquier momento, que no se puede confiar (descuidar) demasiado, y que cuando eso sucede, no queda más que quitarse el polvo y levantarse, mejor si es con la ayuda de alguien.
Bernardo Arancibia (La Paz, 1977), actor y gestor cultural.