Carga una cámara como si fuera su guardatojo, recorre la mina con los ojos necesarios, se construye en la oscuridad y en los actores naturales. Se hace amigo de lo cotidiano y del Tío. Escribe, produce y dirige en las profundidades del cine. Nos ha deleitado con Viejo Calavera y ahora nos representará en Venecia con El gran movimiento.
Fotografía de Pablo Paniagua
Adecine.- El Instituto de cine de Bolivia, tan nuevo pero tan muerto. Ya van a ser dos años desde que se proclamó la ley del cine, durante años el gremio de los cineastas se ha agarrado a golpes, gritos, insultos. Cuánto nos cuesta entendernos. Finalmente, el año pasado nos hemos puesto de acuerdo logrando consensuar el reglamento. Sólo falta su aprobación, que está suspendida en el aire hace meses en el Ministerio de Culturas quién sabe por qué.
Buenos Aires.- Viví ocho años en Buenos Aires. Cuando llegué me daba miedo cruzar las gigantescas avenidas. Pizza, birra, faso. Daba vueltas en círculos intentando predecir el rumbo de las calles que no veía, no es como en La Paz que todo está enfrente de uno. Fue hermoso poder ver cientos de películas casi por nada, decenas de conciertos, aprendí a leer. Buenos Aires es cultura. Es lindo poder ver y pensar en la vida a través del arte, fue también ver cómo otros aman profundamente su ciudad, sus esquinas, sus parques, su gente. Ojalá algún día aprendamos a tener ese cariño por lo nuestro.
Calavera.- El misterio, lo oscuro, lo profundo y lo interminable. Antaño el calavera era un pendejo, un bueno para nada, un gran borracho. En Huanuni conocí a muchos calaveras, yo mismo me he perdido borracho y eso nos gusta, ¿o no? Mi primera película se llama Viejo Calavera. Al tiempo de su estreno descubrí El gran calavera, una maravillosa película de Luis Buñuel acerca de otro gran Calavera.
Dirección de cine.- Dirigir es tomar decisiones. Diseñar la puesta en escena, cada movimiento. Develar el rumbo, diseñar la mirada, definir el sonido. Tomar decisiones. Hablar con la gente, escuchar, estar atento a las sorpresas. Tomar decisiones. Marcar el rumbo, decidir los encuadres, los cortes y cada detalle de la película. Tomar decisiones.
Elder.- Es un loco Calavera perdido en una mina. Elder Mamani se llama el personaje principal de Viejo Calavera. Hay muchísimos como Elder Mamani en el pueblo de Huanuni, jóvenes, hijos de mineros que deben reemplazar a sus padres en el duro trabajo de consumir su cuerpo día a día en el polvo. Muchísimos Elder Mamani se esconden entre las tumbas del cementerio, secando soldaditos, charlando con los muertos, se olvidan de la vida. Muchos hijos de mineros ya no pueden ser ni mineros. Se quedan a esperar, brindando.
Fotografía:- La fotografía no es el cine, en realidad tiene poco que ver. No es lo mismo congelar el tiempo que esculpirlo en su duración. En mi ropero tengo una vieja foto en blanco y negro, un poco oscura y arrugada. En la foto salimos abrazados, Max, Miguel, Beto y yo. La foto es del 2004, era de una de las primeras veces que filmaba algo; cuando leo la dedicatoria que Max me hizo se me pone la piel de gallina, la foto encierra una de las cuestiones esenciales para mi del cine: la amistad.
Guión.- Los planos de una película. Ideas de cine. La estructura. No hay películas sin guión. El guión puede ser cualquier cosa que te sirva como base, que guarde algunas ideas y trace direcciones.
Huanuni.- Honorable pueblo minero. Las amistades que hice en Huanuni siguen reclamando cine. Conforme los años pasan voy entendiendo cada vez más la importancia de hacer un cine que cuente historias del mundo trabajador, del mineral, del capital, de los detalles más sutiles de personas que quiero y respeto. De sus voces, de sus presencias.
Identidad.- La identidad hay que construirla, rescatarla. Hacerse consciente de dónde está uno parado. Nuestra identidad está en lo que nos rodea, pero lo que nos rodea hay que organizarlo, hay que construirlo.
Juku.- Mi primer cortometraje filmado en las minas del cerro Posokoni en el año 2010. La primera vez que me quedé solo en medio de las infinitas galerías y apagué la luz. Un mundo donde las distancias desaparecen, donde las personas se vuelven otras.
Kiarostami (Abbas).- Uno de los mejores directores de cine de la historia. Iraní. Muchas escenas en sus películas me recuerdan al altiplano. Tod@s deben ver en su vida la trilogía Koker https://en.wikipedia.org/wiki/Koker_trilogy y su película Close up (1990). https://www.imdb.com/title/tt0100234/?ref_=nv_sr_srsg_0
Lucrecia (Martel).- La maestra del cine latinoamericano. La película que más me gusta de ella: La cienaga (2001) https://www.imdb.com/title/tt0240419/?ref_=fn_al_tt_1
Minero.- Oscuridad, ekekos, hombres que han cambiado su piel por el barro; sólo ponerse el traje para entrar a la mina ya es algo complicado. Entre risas y saltos, entre secos de alcohol y pijchos se enciende el motor y nos enterramos todos los días. Bajo la tierra está el mundo más rudo que hay, en sus entrañas no se duerme, brindamos un poco y nos cagamos de risa. El calor, el hielo y el ruido ensordecedor nos transportan a otro mundo, las piedras y las rocas pesan cientos de miles de toneladas, sólo respiramos polvo y astillas.
Niñez.- Mis juegos favoritos eran construir museos, inventar obras y recrear infinitamente escenas de Star Wars y La historia sin fin. Mi abuela Saida fue criada en Huanuni, su padre se perdía semanas en las galerías del cerro Posokoni. Preparando queques de naranja me contaba historias del diablo, de pequeñas estatuillas cuernudas envueltas en un pañuelo, de rituales misteriosos que escondida había visto de niña.
Oscuridad.- Lo que siempre me ha impresionado de la oscuridad es que puede ser cualquier cosa, por eso de niños nos quedamos mirando las sombras y aparecen todo tipo de seres e historias.
Pablo Paniagua.- Un hermano, mi mayor cómplice y colaborador en el cine. El técnico cinematográfico más completo y conocedor de Bolivia.
Quechua.- Hay una frontera invisible que nos separa. Es una pena que no aprendamos quechua o aymara en el colegio. Mi abuelo sabía hablar quechua y aymara pero le daba vergüenza.
Rodríguez (el mercado).- De niño me encantaba acompañar a mi mamá al Rodriguez, es delicioso el olor de las verduras recién llegadas, las risas chillonas de las caseras, el Rodríguez es la casa de Max Eduardo. El Mercado Rodríguez es uno de los encuentros más grandes que suceden en nuestra ciudad, por eso me interesa.
Socavón.- Socavón cine, un proyecto fallido que me alejó de mis mejores amigos. Socavón se me quedó en la cabeza cuando el Sol Mateo nos contaba a mí y a su hijo historias del Socavón, un bar en Sopocachi donde empezó tocando Loukass. Me gusta pensar en el socavón como muchísimo más abajo que el underground. El socavón de donde extraemos, como piedras preciosas, los bloques de espacio-tiempo y sonido más condensados; huellas imborrables del paso del tiempo y de las presencias de nuestro entorno, experiencias de cine puro.
Tío.- Ahora estoy escribiendo una nueva película sobre El Tío.
Universidad.- Lo inesperado, gran saber. Le agradezco mucho a la Universidad del Cine en Argentina. Es muy importante abrir la cabeza y charlar.
Venecia.- Estar en el festival de Venecia 2021 es como ir a las Olimpiadas. Estamos muy contentos de poder representar a nuestro país con El gran movimiento.
Wicky.- Las fotografías de Jean Claude Wicky fueron una gran inspiración. Su trabajo con la luz es maravilloso.
Siglo (XX).- Nunca estuve en Siglo XX, sólo trabajo en Huanuni.
Yucra.- Siempre estaré muy agradecido con la familia Yucra, la familia de Edwin “Chua” Yucra, uno de mis mayores amigos mineros. Le agradezco mucho a su esposa doña Celi por siempre esperarnos con un plato de sopa caliente, por abrirnos las puertas de su casa con tanta confianza y cariño, y por regalarme a mi perro Estaño.
Zoom.- Con el zoom podemos acercarnos y ver una cosa y alejarnos y ver otra. Esto me interesa mucho con respecto a pensar en lo que uno mira y no puede ver.
Kiro Russo (La Paz, 1984), guionista y director de cine.