Fotografía de Cecilia Fernández
Rodrigo Patiño nos ha estado bordeando lentamente desde hace algunos años con grandes proyectos. Silencioso, pero con una artillería sorprendente al momento de sus resultados. Se siente en su trabajo la rigurosidad que seguramente aprendió con los años. Lo buscamos al momento de estrenar su película Muralla, una historia sobre trata y tráfico de personas y cuyo guión fue escrito por el propio Patiño junto a Fernando Arze y Camila Urioste. Nos ha conmovido y para conocerlo desde sus conceptos, aún breves, se ha prestado a jugar con nuestras palabras.
Actuar.– El juego de convertir la mentira en verdad usando tu voz, tu cuerpo y tus propias emociones. Actuar es vivir de nuevo.
Bickle (Travis).– El reflejo de Paul Schrader en un guión: Un solitario por elección porque el humano no es aislado sino que se recluye solo. El personaje más scorseseano de todas sus películas. El antihéroe más recordado de todos los tiempos: Me? You talkin’ to me?
Cielito (lindo).– Mi intento de hacer cine que acabó con un fracaso inconcluso que me tumbó al piso. Pero la letra entra con sangre. Me levanté solito y como en el fútbol perdí, pero gané horas de vuelo.
Disciplina.– El secreto de la inspiración. Sin orden no hay ritual y sin rito no hay inspiración y sin la musa no hay guión y sin historia no hay nada. Nada de nada.
Entrega (la).– La necesidad en un grupo de actores bolivianos que se vieron reemplazados por gente sin experiencia en un proyecto y se propusieron: “¡Hagamos una serie nacional donde trabajen actores profesionales y equipo técnico boliviano!”. Y así fue. La Entrega es entrega total. Mi bootcamp.
Fernando Arze.– Un volcán. Un gran actor que se dejó poseer por Coco Muralla Rivera, desde que escribimos el guión hasta el punto de transformarse en un indigente en el rodaje. Muralla sacudió a Fer tanto que se enfermó y en el dolor encontró la verdad.
Guión.– La base más importante de toda narrativa. Es el lienzo sobre el que pintamos nuestras historias y sin lienzo no hay obra. Un buen guión atrae buenos actores. Con un buen guión y buenas actuaciones, un director puede contar su historia de la mejor manera.
Hollywood.– Fábrica de contar historias cuyos contenidos se repiten cada vez más.
Invierno.– Época del año en la que me resfrío tres veces seguidas. Época en la que filmo mis proyectos, no porque quiera que mi equipo sufra el frío, sino porque La Paz tiene un cielo azulado y una luz tan especial que con un té con té se me pasa la gripe y soy más feliz.
Justicia.– Es un conjunto de leyes y códigos que dejan de existir cuando aparece un maletín con dinero sobre la mesa. La justicia divina es la única que existe.
Krauss.– Una voz prodigiosa que marcó el boom del rock boliviano en los 90. La ronca voz que yo iba a escuchar cada fin de semana al Socavón y que luego se convirtió en la voz de un amigo.
Luto.– El vacío después de la pérdida. La reflexión necesaria. Un tiempo creativo.
Muralla.– Es el personaje que fue alguien en los 90 y que quiere volver a serlo hoy a través de la justicia y el amor por su hijo. Un Don Nadie que me ayudó a mí a ser alguien.
New York.– La ciudad más interesante y viva del mundo.
Pati(ñ)o.– Un apellido que hasta ahora no lo conozco muy bien.
Ojo.– La perspectiva desde la que miramos la vida pasar. Tener buen ojo es prestarle al público por unas horas tu forma de percibir las cosas, tu manera de contar tus historias desde dentro de tu cabeza.
Pink Floyd.– El soundtrack, la banda sonora que me ayuda a escribir.
Querer.– El primer impulso que te lleva a perder el miedo a ser rechazado.
Rigor.– Otra base necesaria en el trabajo. Sin rigor no hay respeto y el cine nacional merece respeto y necesita rigor.
Scorsesse.– El director que me enseñó que el cine negro es el arma más divertida para hacer radiografías crudas de nuestras sociedades.
Trata.– La peor amenaza de nuestros tiempos. Todos somos culpables y responsables.
Urgente.– Palabra que solemos confundir con “importante”. A veces lo que urge hacer nos hace olvidar que la meta final es más importante en la vida.
Vieja (escuela).– La escuela que yo sigo no por viejo sino por mañoso. OK, también por viejo… Vintage más que viejo.
William Shakespeare.– El gran escritor de todos los tiempos. Existe un ejercicio en dramaturgia en el que cualquiera de sus historias o personajes se pueden encontrar en obras contemporáneas. Hay que leerlo.
Yawar.– Mi debut como actor en el cine nacional. Una película que lamentablemente nunca llegó a las pantallas. El proyecto que me inspiró a ser actor y que plantó la semilla de dirigir cine.
Pobre(z)a.– Situación de carencia. Existen ricos pobres y pobres ricos. Una vez escuché una charla en la que un millonario contó que hoy la línea fina que divide pobres y ricos puede ser cruzada en segundos.
Rodrigo Gory Patiño (La Paz, 1975), actor y director de cine.